Una herencia es un tema bastante complicado de manejar. No solamente por el duelo que estamos pasando por la persona que ha fallecido recientemente, sino que además se nos viene encima una serie de trámites y papeleos que pueden ser especialmente complicados de manejar para una persona, si es la primera vez que recibe una herencia.
Además, la herencia trae consigo el pago por el impuesto de sucesiones, y cuanto más tardemos en reclamar la primera, menos tiempo tendremos para abonar el importe del mismo. La legalidad ofrece normalmente un plazo de medio año para poder hacer frente a este impuesto, desde el momento en el que la persona fallece. No obstante, es válido pedir una prórroga con un periodo de duración de otros 6 meses, aunque para conseguirla es necesario pedirla al menos durante los primeros cinco meses que se nos conceden legalmente.
Cosas a tener en cuenta al heredar
En el caso de que, por la razón que sea, no deseemos la herencia que se nos ofrece, entonces lógicamente no será necesario que abonemos el importe del impuesto. Si la herencia es una vivienda a repartir entre más de una persona, por ejemplo, en este caso aunque renunciemos a nuestra parte, sí que resultaría necesario abonar el impuesto por plusvalía municipal, teniendo exactamente el mismo periodo de tiempo para pagarlo que en el caso del impuesto por sucesiones.
Puede suceder también que, al contrario que en el ejemplo anterior, decidas aceptar la herencia, y termines descubriendo que viene acompañada por deudas del fallecido que debes asumir tú a partir de ahora. Esto ya no suele ser ninguna sorpresa para el heredero, ya que los notarios suelen avisar antes de que la herencia dispone de deudas, sean del tipo que sean. De manera que quedará en nuestras manos escoger si queremos asumir las deudas para poder hacer uso de la herencia, o bien si resulta mucho más rentable renunciar a ella directamente.
Una creencia errónea que tienden a pensar la mayoría de los usuarios, es la idea de que a cada heredero forzoso le corresponde un tercio de la herencia. Lo que de verdad sucede es que la herencia suele dividirse en tres tercios, siendo uno de ellos para los herederos forzosos. En caso de que sean varios, ese tercio volverá a dividirse para abordarlos a todos y que ninguno se quede sin su parte.
Tampoco suele tenerse en cuenta las verdaderas consecuencias que tienen las donaciones sobre las herencias, y es que la propia legalidad estima que el heredero forzoso que concurra, con otros que también lo sean, a una sucesión, deberá traer a la masa hereditaria los bienes o valores que hubiese recibido del causante de la herencia, en vida de éste, por dote, donación u otro título lucrativo, para computarlo en la regulación de las legítimas y en la cuenta partición.
En definitiva, el hecho de tramitar una herencia trae consigo una serie de problemas que debemos solventar y saber manejar de la mejor manera posible para poder conseguirla. En caso de que no deseemos aceptarla, también es importante que nos informemos acerca de los pasos a seguir, ya que es probable que en un futuro debamos pasar por ellos nuevamente.