Las cuentas remuneradas son un producto de ahorro para quienes quieren conseguir unos euros extra, sin la necesidad de especular o de buscar ganancias con mayor riesgo. Es un opción para los más conservadores.
A diferencia de los depósitos, las cuentas remuneradas ofrecen total disponibilidad de los fondos sin penalización, ya que no se las contrata por un período definido, aunque si es cierto que muchas veces ofrecen un tipo de interés por tiempo limitado, y a partir del vencimiento de ese plazo, remuneran de otra forma (generalmente más bajo o referenciado al Euribor). Otras ofertas suelen remunerar en función del saldo medio, premiando a los importes más altos.
La mayoría de los bancos y cajas de ahorro ofrecen este tipo de productos, y su operatoria suele ser sencilla ya que a la hora de contratarla se fijan tipos de interés que la entidad liquidará en la misma cuenta, generalmente de forma mensual.
En la actualidad, las cuentas remuneradas suelen contratarse a través de Internet, sin la necesidad de trasladarnos a una oficina, no tienen comisiones de mantenimiento y administración, y están disponibles para todo tipo de clientes (actuales y nuevos), aunque buscan dinero procedente de otras entidades con promociones especiales.
En muchos casos, aceptan transferencias y nuevos ingresos sin costes, pueden o no tener asociadas tarjetas y en algunos casos acepta domiciliaciones, y en otras no.
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