El ahorro es una pieza clave dentro de nuestra economía personal, ya que nos aporta tranquilidad y seguridad en nuestras finanzas. Si disponemos de ahorros, seremos capaces de hacer frente a imprevistos como fugas de agua, o la rotura de un electrodoméstico, entre otros.
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Sabiendo lo necesario que es ahorrar en nuestro día a día, y lo mucho que puede llegar a costarnos a los adultos, lo más conveniente es enseñar a nuestros hijos desde su niñez. Hacer que sean conscientes, poco a poco, de la importancia que tiene el dinero y su manejo dentro de nuestras vidas, es fundamental para su futuro.
A partir de los 5 años
Los expertos aconsejan que hay determinadas edades en las que los más pequeños deben ir aprendiendo ciertas nociones económicas. Los 5 años son la edad idónea para comenzar a educarlos en este sentido.
Una manera muy conocida y simple, es a través de una paga mensual o semanal. La cantidad de dinero que les facilitemos no debe ser excesiva, puesto que son muy pequeños y no comprenden el valor del mismo.
Así, a través de pequeñas cantidades cada semana, por ejemplo, estaremos propiciando al niño para que asuma que ese dinero tiene valor, y no lo gaste todo de manera desmesurada. El objetivo es que comprenda que el dinero no es ilimitado, y que precisamente por esta razón es conveniente guardarlo.
Poco a poco el niño irá comprendiendo que no es lo mismo disponer de un euro, que de cinco o diez. Y así es como podemos introducirlos paulatinamente al ahorro, ya que cuanto más dinero tengan guardado en sus huchas, más podrán aprovecharlo en un futuro.
Con 9 años
Es necesario que los más pequeños de la casa tengan claras ciertas ideas sobre ahorro e inversión; ideas que los padres deben introducir en su día a día. A los 9 años ya se considera que el menor puede hacer uso del dinero que ha ido ahorrando gracias a las pagas que se le han ido administrando con el tiempo.
De esta manera, el menor tendrá la responsabilidad de administrar su dinero, y lo lógico a esa edad es que lo usen para adquirir juguetes, o para participar en actividades que sean de su agrado. En mano de los padres está que los niños no despilfarren todo el dinero que han logrado conseguir.
Una buena estrategia para que los niños continúen ahorrando, es fomentando el acto por medio de recompensas. Incluso es posible hacer a los niños partícipes de alguna causa que les preocupe, mediante donaciones a ONG o protectoras de animales.
Con 14 años
Entrado en la adolescencia, y teniendo los conocimientos que ha ido adquiriendo desde su más tierna infancia sobre el ahorro, es un buen momento para que el menor haga uso de una tarjeta de débito o prepago.
Llegados a esta edad, los intereses y las necesidades de nuestros hijos habrán experimentado cambios. No obstante, la idea que nosotros queremos transmitirles siempre es la misma: la importancia del ahorro. Por ello, si el menor quiere adquirir una consola nueva, por ejemplo, debe tener más que entendido que tendrá que ahorrar para poder adquirirla.
El uso de tarjetas de débito o prepago en menores, está mucho más extendido de lo que podamos imaginar en un primer momento. A día de hoy, la mayoría de entidades españolas disponen de productos pensados especialmente para los menores de edad.
En este tipo de tarjetas, los padres pueden establecer un límite de dinero a sacar, con la finalidad de que los menores no hagan uso de todo el dinero ahorrado. De esta forma, se refuerza la idea del ahorro en el menor.