A la hora de poner nuestro dinero a trabajar, debemos plantearnos las diferentes opciones que tenemos para elegir en qué producto invertir. Vamos a valor, enfrentando dos opciones, las cuentas remuneradas y los fondos de inversión.
Por un lado, las cuentas remuneradas son instrumentos que pueden ofrecer en algunos casos alta rentabilidad, casi siempre durante los primeros meses. Asimismo, tienen inmediata disponibilidad porque el dinero puede ser retirado en cualquier momento,lo que aporta gran liquidez en comparación de otras opciones cómo los depósitos.
Lo que sucede en este tipo de cuentas corrientes es que suelen ofrecer un interés más alto a corto plazo y comúnmente están disponibles para nuevos clientes. Ofrecen altas rentabilidades en los primeros meses tras la apertura (entre 4 y 6 meses), para que luego el tipo de interés abonado con posterioridad sea sensiblemente menor.
Por otra parte, un Fondo Inversión se trata de un patrimonio conformado a través de aportes de un grupo de personas, cuyos objetivos de rentabilidad y riesgo respecto de las inversiones que realizan, son los mismos.
Un Fondo se conforma por los ahorros de cada persona, los cuales se transforman en un gran patrimonio que le otorga un mayor poder de negociación y capacidad para acceder a los mercados. La oportunidad de poder invertir en las distintas alternativas que ofrece el mundo de las inversiones, permite que los ahorros de los participantes del Fondo estén lo suficientemente diversificados; esta característica fundamental sirve para disminuir el riesgo y obtener una mayor rentabilidad.
Las cuentas remuneradas
Si echamos un vistazo a las diferentes ofertas de cuentas remuneradas presentes en el mercado actual, el panorama no es muy alentador en lo que a rentabilidad se refiere.
Esto es algo normal; con los tipos de interés tan bajos, la rentabilidad de los productos garantizados, tales como los depósitos bancarios o las cuentas remuneradas, se reduce de manera notable.
Además, el mercado tras la reordenación bancaria ha visto como el número de estas cuentas remuneradas ha disminuido de manera importante. Hoy en día encontramos mucha menos oferta que hace una década.
La gran ventaja que las cuentas remuneradas presentan frente a otros instrumentos de ahorro es la enorme flexibilidad y liquidez que presentan. Se trata de un producto que nos permite disponer de nuestro dinero en el mismo momento en el que lo necesitamos, o como máximo en unas pocas horas sin penalización alguna. Esto es importante si tenemos en cuenta que la gran mayoría de productos garantizados hoy por hoy o bien son poco flexibles en cuanto a liquidez, o, penalizan la disponibilidad del dinero aportado.
Por otro lado, también como ventaja, no debemos olvidar que las cuentas remuneradas, generalmente, no van a presentar comisiones, o, en todo caso, presentará comisiones muy bajas. Esto es interesante, sobre todo si lo confrontamos con un producto como los fondos de inversión donde tenemos que tener cuidado precisamente en el coste de las comisiones.
Y hasta aquí las ventajas de este producto como instrumento donde colocar nuestro dinero. A partir de aquí nos encontramos con una rentabilidad cada vez más baja en los últimos años, aunque es cierto que con cierta tendencia al alza en el último año.
Por otro lado, cada vez en mayor medida, se trata de productos que ofrecen un período determinado a una alta rentabilidad disminuyendo posteriormente la remuneración. Con importes limitados a las rentabilidades máximas en algunos casos, y, con exigencia de vinculación para obtener las mejores prestaciones en otros casos.
Realmente el mejor escenario para utilizar este tipo de producto de ahorro, es aquel en el que colocamos nuestro dinero sabiendo que tal vez lo podamos necesitar, por ejemplo, un fondo de emergencia, o ese dinero que vamos aportando para adquirir un producto o un servicio que no sabemos exactamente cuándo vamos a tener que pagar.
Los Fondos de Inversión
Hasta hace poco más de una década se consideraba los fondos de inversión como instrumentos financieros tal vez no para todos los perfiles. Con el paso del tiempo, y sobre todo con los resultados que los fondos han ido presentando frente a otras opciones, se ha modificado esta percepción y hoy en día la gran mayoría de usuarios entendemos que un fondo de inversión es una herramienta más a disposición de cualquier tipo de bolsillo.
A favor de los fondos de inversión, sin duda, tenemos que colocar la diversificación de nuestro dinero como primer valor importante. Al acceder a los fondos podemos acceder a inversiones a las que tal vez no alcanzaríamos de manera individual. Por otro lado, el catálogo de fondos es tan grande y tan diverso que alcanza todos los perfiles de inversor, desde los más conservadores hasta aquellos que buscan tratar de obtener altas rentabilidades asumiendo riesgos superiores a la media.
En los últimos años, con la remuneración de los depósitos por los suelos, los fondos de inversión se ha convertido en una alternativa muy interesante a la que han acudido muchos inversores, batiendo año tras año el volumen patrimonial en fondos en nuestro país.
Pero no todo son buenas noticias obviamente. Los fondos de inversión, en primer lugar, tienen un coste en comisiones que, aunque sea abaratado en los últimos años, sigue siendo importante y que hay que tener en cuenta antes de contratar uno de ellos.
Por otro lado, a diferencia de las cuentas remuneradas, la gran mayoría de fondos de inversión no resultan garantizados, es decir, hacemos inversiones que pueden generar incluso pérdidas. Es cierto que, por un lado, el control de riesgo suele ser muy elevado, y también que existen productos muy seguros en este sentido: incluso fondos garantizados aunque estos con una rentabilidad también baja, como todos los productos garantizados en la actualidad, salvo, tal vez algunos seguros de ahorro.
Los fondos de inversión pueden concebirse bien como una búsqueda de rentabilidad sin exceso de riesgo, a través de los garantizados o de los fondos de renta fija, tal vez para quien quiera ir consolidando ahorros a largo plazo. Pero, también, para quien busca altas rentabilidades y tiene una cantidad de dinero determinada con la que puede asumir riesgo. En este último caso los fondos mixtos o los fondos de renta variable serían la elección correcta.
Es importante tener en cuenta que las participaciones en los fondos de inversión están, generalmente, al alcance de cualquier bolsillo, es decir, no vamos a necesitar grandes cantidades de dinero. Puede ser un gran instrumento de diversificación para quien comienza a ahorrar.
¿Qué nos conviene elegir? ¿Cuentas remuneradas o fondos de inversión?
Claro, como siempre ocurre en inversiones, todo depende de nuestras necesidades. Si buscamos la máxima rentabilidad podemos encontrarnos con fondos de inversión de buena rentabilidad, pero si lo que queremos es seguridad debemos elegir la cuenta remunerada.
Las cuentas remuneradas son productos muy solicitados por el inversor ya que son productos más seguros, sin mucho riesgo, en los que la rentabilidad es muy interesante, y en los que no se necesita ni conocimientos previos del mercado ni un control exhaustivo de nuestra inversión. El dinero depositado en una cuenta remunerada crece mes a mes, se abonan los intereses periódicamente y, si necesitamos sacar una parte o la totalidad de nuestros ahorros antes del vencimiento, podremos hacerlos sin miedo a ser penalizados.
Los fondos de inversión de renta variable suelen tener una alta rentabilidad, pero tienen mayores requerimientos. La ventaja es que los fondos se declaran una vez se retira el dinero, mientras que las cuentas remuneradas se controlan anualmente por organismos oficiales. Esto último será un dato que saca ventaja a las cuentas remuneradas. Pero por otra parte, el inversor que se decida por un fondo de inversión deberá pensar esa inversión a largo plazo, y no a corto plazo como se haría en una cuenta remunerada, donde el inversor se vería beneficiado con mayores reinversiones de ganancias en un plazo mas corto.