¿Estamos contentos cuando vemos una buena cuenta corriente que ofrece servicios y elevada TAE siendo además una cuenta sin comisiones? Pues claro que sí, es una de las mejores noticias cuando sale un nuevo producto financiero, que remunera con creces a sus clientes y además no le cobra absolutamente nada por gestionar su dinero.
Con todas las nuevas promociones, se suman cada vez más clientes a los beneficios de esta estrategia comercial del sector financiero: dejar de cobrar determinadas comisiones a cambio de domiciliar la nómina o ahorrar un mínimo de dinero cada año. Bien, todo parece estar en orden y los beneficios estarían intactos para nosotros, los clientes. Sin embargo, como en todo contrato, existe una letra pequeña. Claro que sí la hay, y si bien se sabe que no habrá comisiones de las más conocidas, no podemos descartar la posibilidad de que, se incluyan en este apartado, el coste de todas las operativas que se pueden realizar más allá de las habituales.
¿Qué tipo de comisiones cobran los bancos?
- Comisión por administración: suelen aplicarse de forma anual por gastos administrativos
- Comisión por mantenimiento: suelen aplicarse de forma anual por gastos administrativos
- Comisión por ingreso de cheques: se aplica cuando ingresamos un cheque en nuestra entidad
- Comisión por transferencias: se aplica cada vez que realizamos una transferencia a una cuenta ajena a la entidad. Su coste dependerá del destino del dinero, es decir si es nacional, europea o internacional
- Comisión por descubierto: se aplica cuando el saldo en cuenta es negativo
- Comisión por reclamación de posiciones deudoras: se aplica por la comunicación de un retraso en el pago de una cuota o cuando se produce un descubierto en una cuenta corriente
- Comisión por retiro de dinero: en los cajeros de la misma entidad o red son gratis
Normalmente, la entidad continúa aplicando el resto de comisiones a sus clientes. Es decir, elimina las habituales como la de administración, mantenimiento o transferencias, pero tengamos cuidado, porque tarifas como las del mantenimiento de tarjeta de crédito, la retirada de efectivo en cajeros de otras redes, el ingreso de cheques o por descubiertos pueden seguir vigentes. Asimismo, para tapar los costos no cubiertos con la exención de comisiones habituales, se produjo un incremento en un 5% del resto de las comisiones no convencionales.
A continuación, explicamos un poco acerca de las comisiones poco habituales que no quedan eximidas en las cuentas sin comisiones:
- Comisión por descubierto: es una de las comisiones más llamativas porque se cobra a los clientes que registran números rojos en sus cuentas. Si lo vemos desde el año 2008, esta comisión ha subido casi un 40%.
- Comisiones por mantenimiento de tarjetas de crédito: debemos saber que dentro de la comisión cero de mantenimiento de la tarjeta, se trata sólo de la básica (habitualmente, la de débito). Pero no incluye a las de crédito que pueda disponer.
- Costos por Créditos: este tipo de comisiones estaba olvidada, como las de estudio de un crédito personal, con un coste mínimo de 104 euros, un 23% superior al de enero de este mismo año.
- Comisión por ingreso de cheques: en ciertos bancos la exención de esta comisión no es posible. Y el coste de esta operación ha aumentado un 12% en el último año, cuando se trata de cheques emitidos sobre otra entidad financiera.
- Comisión por transferencias: Con la Ley de Servicios de Pago en la mano, existe la posibilidad de que su entidad le cobre al recibir una transferencia, y no al emitirla.
Siempre le aconsejamos a nuestros lectores que a la hora de escoger una cuenta, primero debemos empezar por las comisiones.