Existen muchos modelos de ahorro, técnicas, ideas, metodologías, pero, realmente los mecanismos que funcionan no son tantos. El pre ahorro es una herramienta que, bien utilizada, puede ser tremendamente eficaz para aquellas personas a las que les cuesta ahorrar.
Como veremos, el pre ahorro no sólo es posible con las cuentas bancarias, sino que es muy recomendable, y, de hecho, una de las mejores formas de utilizar esta herramienta de ahorro. Pero, lo ideal es comenzar por el concepto básico:
¿Qué es el pre ahorro?
No se trata de un concepto difícil: se basa en no gastar aquel dinero del que no disponemos. Partiendo de algo tan sencillo, la aplicación práctica es la que retira de manera inmediata de nuestros ingresos la parte proporcional que vayamos a destinar al ahorro, sin que, de hecho, pase por nuestras manos, y que se dirige automáticamente hacia la herramienta de oro elegida.
En un ejemplo con dinero en metálico, se trataría de separar el porcentaje destinado al ahorro, pongamos un 10%, y guardarlo aparte del dinero que destinamos a gastos. Obviamente, lo que buscamos no sólo es guardar dinero e inmovilizarlo, sino también que ese ahorro resulte rentable, es decir que nos ofrezca rentabilidad. Pero esto es otro tema.
Cómo pre ahorrar con las cuentas bancarias
las cuentas bancarias son uno de los productos financieros más extendidos, más utilizados, y probablemente, a efectos prácticos, más útiles.
Es cierto que en la actualidad están surgiendo algunas dudas sobre la aplicación de comisiones sobre las cuentas, lo cual volvería a encarecer este producto que durante bastante tiempo eliminó la figura de las comisiones, o la minimizó. No obstante, sigue siendo un producto imprescindible para la mayoría de usuarios.
El ahorro previo, realizado a través de las cuentas bancarias es mucho más sencillo y, además, ofrece ventajas como la despreocupación por parte del ahorrador de realizar la operación por sí mismo. Básicamente, consistirá en que cuando nuestros ingresos llegan a cuenta bancaria (por ejemplo, nuestra nómina mensual) una parte de ese dinero se destina de manera automática a una herramienta de ahorro.
Esto puede realizarse de varias maneras, pero hay dos pisos las más prácticas:
- A través de las transferencias periódicas o automatizadas: se trata de una orden de transferencia sistemática, que se repite de manera exacta en el día previsto, y que transfiere el dinero a la cuenta destino. Es una herramienta útil para, por ejemplo, enviar nuestro dinero a una cuenta de ahorro, un producto de ahorro en otra entidad
- A través de las aportaciones periódicas a productos vinculados: este es otro método, también realmente sencillo, se trata de vincular un producto de ahorro o inversión a nuestra cuenta de manera que realiza un cargo automático en una fecha determinada para obtener una aportación periódica y sistemática
En ambos casos, como podemos comprobar, se cumple la premisa fundamental de este tipo de ahorro, es decir, no llegaremos a utilizar el dinero destinado al ahorro ya que su retirada será automática.