Saldo negativo en tu cuenta: el riesgo de los intereses de mora

El saldo negativo en una cuenta bancaria es más frecuente de lo que podríamos pensar. Sobre todo, en aquellas personas que utilizan diferentes cuentas bancarias para fines distintos, por ejemplo, una cuenta para gastos diarios, una cuenta para gastos online, etc.

cuentas bancarias

Aunque tener un saldo negativo en un momento dado no tiene porque es un problema grave, puede acabar acarreando problemas serios sobre todo cuando la situación transitoria se convierte en una situación de posición deudora con la entidad bancaria, lo que conocemos como números rojos, de manera persistente.

Por qué son peligrosos los números rojos

El concepto es simple bien por un gasto, una retirada en efectivo o un recibo domiciliado, nuestra cuenta bancaria no sólo se queda sin saldo disponible, sino que se pone en saldo negativo; los números rojos.

Pues realmente va a depender mucho de lo que su entidad financiera acabe considerando y reclamando. Existen al menos tres conceptos diferenciados que le pueden ser exigidos sin ser excluyentes entre sí, es decir; le pueden llegar a cobrar por los tres a la vez.

La comisión de descubierto puede ser reclamada cuando el usuario haya realizado un cargo o una disposición en efectivo de su cuenta sin tener saldo suficiente para lo cargado o dispuesto, la operación suele disponerse sobre el mayor saldo descubierto durante el periodo de liquidación.

Además de la comisión la entidad bancaria también nos puede reclamar unos intereses deudores por descubierto, que suelen ser muy elevados de media, aunque deberán estar ajustados al tipo de interés máximo de cada entidad haya comunicado previamente al Banco de España, por lo que podemos conocerlos antemano.es

Por último, aunque menos frecuente también se nos puede solicitar la comisión por reclamación de posiciones deudoras, una comisión en concepto de las gestiones que la entidad debiera realizar para comunicarnos nuestra situación de números rojos.

Como podemos entender algunas de estos conceptos trascienden el hecho de que nuestra posición deudora haya durado horas o días, algo que por ejemplo no se contempla en la comisión de descubierto, por lo que en una negociación con la entidad financiera tras unos números rojos será la menos negociable de las tres posibles fuentes de cobro.

Cada cliente puede recibir un modelo de comunicación diferente y cada entidad a su vez otro distinto a otras entidades, aunque existe la obligación de la comunicación de la posición deudora en detalle esta suele adjuntarse a la comunicación ordinaria de la entidad al menos en las primeras comunicaciones.

En definitiva, los números rojos son un gran enemigo de las finanzas personales. Deben evitarse en todos los casos y cuando se generan han de cubrirse lo más rápido posible. En general una cuenta en números rojos va a generar más intereses en el tiempo incluso que lo que costaría financiar la deuda con la que saldar el descubierto.

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